Juguemos a contar mentiras... Juguemos a amarnos hasta el amanecer... Y
creámonos esa dulce mentira sólo una noche...Tú y yo...Pongámonos las
máscaras de dos amantes... Tú y yo...
Mañana seguiremos siendo dos extraños... pero no me importa... Una vez más intenté poblar mi soledad de besos vacíos...
Sonrisas, miradas, caricias, besos, abrazos... Pero esta vez no eran sus
labios, ni sus ojos, ni sus manos, ni sus brazos...Esta vez eran de
otra persona.
Mis dedos por tu cadera juegan a deslizarse silenciosamente mientras
dejas escapar un suspiro. Maldita sea, tus caderas no son las suyas...
Y de repente,en tu boca, palabras suyas... Infinitas ganas de llorar... y de reír...
¿Qué estoy haciendo? Ésta no soy yo...
La mitad de mi corazón me gritaba: "Suéltate el pelo, ríe, bromea, muérdele, bésalo, ¿qué más da? Diviértete!"
La mitad de mi corazón me gritaba: "¿Qué haces? Quieta, no lo conoces de
nada... Ésta no eres tú...¿Segura de a dónde quieres llegar? STOP"
Sensación de culpabilidad.
Sensación extraña de mirarse en el espejo y no reconocerse...
"¿Quién eres tú?" Pero no obtuve respuesta alguna... Sólo una boca risueña que se mordía el labio inferior
"Oye... tú no eres ninguna puta. No hace falta que me lo digas"
...Gracias... Dijiste eso que necesitaba escuchar... Claro, que en realidad lo dijiste porque te interesaba seguir jugando...
La sonrisa se ensanchó y la leona se soltó la melena.
Y se desató una lucha. La locura venció a la cordura...
Te gustaba creer que eras el rey y hacerme reír con tus bobadas, con tus
bromas, con tu mirada... Pero en realidad tú y yo sabemos que yo era la
verdadera reina.
"No"
"¿Por qué? En realidad quieres... y lo sabes"
"No"
Entonces no supe la razón de ese "no" a veces quebradizo... ¿Por qué no
quiero? No lo sabía. Pero el mero hecho de no querer me parecía razón
más que suficiente para no dar el paso.
He ahí la diferencia entre hombres y mujeres... Los hombres no necesitáis enamoraros. Nosotras sí.
Jugabas a creerte tus mentiras... Jugabas a creerte que mandabas... Y yo me divertía haciendo que lo creyeras.
De mentir. De eso se trata, ¿no? Risas...
En aquella terraza, bajo la luz de la Luna, con esa ciudad al fondo... Tonos azulados... Susurros en la noche...
Un tierno abrazo.
"Oye, no te vayas a enamorar"
Mi consciencia se personificó en tus palabras.
Ya lo sé. Sólo juego a que me enamoro de tus ojos... de cómo me cuentas
tus secretos.. de cómo hablas de ella... de vuestra historia...de cómo
la conocisteis... de cómo os habéis amado durante tanto tiempo... de la
certeza que tienes de querer ser el padre de sus hijos... de serlo todo
para ella...
Y dejé de jugar por unos instantes: me enamoré de verdad del amor que sientes por ella...
Pero...
Juguemos una y otra vez, sin importar lo demás.
"Ahora tienes que pensar en ti misma y cuidarte... olvidarte de los demás... Sé egoísta"
Y por una vez en mi vida, fui egoísta. Y metí la pata... decepcionaste a los que mas querías"
Tú no te reconocías, pero te daba igual. Porque jugabas a mentir y lo sabías... Pero... ¿y los demás? ¿Sabían que mientes?
No me excusaré tras un estado de embriaguez. Fui consciente de todo en
todo momento. Sentir que manejo mi vida como me apetece... Sentirme
viva.
Yo sólo jugaba a mentir contigo... jugar a ser otra persona, y como otra persona, dejé de quererle durante esa noche.
Despertar abrazada a tu espalda, que no era la suya. Sentir tus labios, que no eran los suyos...
Y no me importó.
Todo este tiempo he estado jugando conmigo misma, a no quererle, a no sentir nada por él. Me he estado mintiendo.
Pero no dolió que no fuera su espalda, ni sus caderas, ni sus suspiros, ni sus besos. Y... no dolió que no fuera él.
...ya no sé si me seguía engañando a mí misma...
"Eso es, llena tu soledad de besos vacíos y engáñate unos instantes con tu dulce mentira"
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