Se repite la misma historia en unas personas y otras.
Personas que alzan el vuelo acompañados y que caen irremediablemente de nuevo.
Es un principio de la física, no se puede evitar. Todo lo que sube, tiene que bajar.
Dios, tiene que ser de una forma tan dolorosa?
Maldita gravedad...
Por
suerte hay algunos que en su vuelo son capaces de atravesar hasta la
atmósfera y llegar al universo... Allí, donde no hay gravedad... allí
donde no se puede caer...
Yo volé por el cielo... como tantos otros... Y como tantos otros, caí...
Alcanzar
la eternidad... "nuestro amor será eterno..." Todos comienzan a batir
las alas de ese modo. Sólo algunos lo logran de verdad...
Y aquí estoy, en el suelo, de nuevo. Saltando, bailando, brincando... jugando a que vuelo...
Y mientras salto los charcos, los cuerpos inertes de las personas con alas rotas caen a mi alrededor...
macabra imagen de cadáveres que caen...
Tranquilos...
cuando el dolor se resienta y os acostumbréis a él... Cuando abráis los
ojos y empecéis a distinguir las figuras en la oscuridad... veréis que
hay más como vosotros... Hay más personas sin alas... Diferenciaréis la
sombra de alguien que os sonríe. Yo os sonrío.
Es cierto, es una sonrisa rota... pero es una sonrisa... Es todo lo que puedo ofrecer...
Yo
también llegué aquí y aún no he podido curar del todo las heridas...
pero he sido capaz de ponerme en pie y saltar charcos... La caída duele,
pero aún no ha muerto nadie...
Quiero ser el ángel de muestra. Ése al que todos admiren. Ése que fue capaz de recuperarse y mostrar cómo hacerlo.
Aquí estamos, señores. Y no pasa absolutamente nada.
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